martes, 1 de julio de 2014

Primeros cuentos realistas

                                                   
En el mes de Mayo empezamos a conocer los cuentos realistas y sus características. Leímos varios cuentos de distintos autores, como por ejemplo: " Grafitti"de Julio Cortázar, " Amigos por el viento" de Liliana Bodoc, "El cuentista" de Saki, "En el monte" de Juan Carlos Dávalos.
A partir de ahí, escribimos nuestros primeros cuentos teniendo en cuenta algunas condiciones: en conflicto debe ser la pérdida de un documento fundamental, en algún lugar de la historia debe aparecer un adolescente descalzo, extensión mínima en hoja de carpeta 20 renglones (actividad extraida del libro "Prácticas del Lenguaje " de editorial Longseller). Éstas son algunas de nuestras creaciones, esperamos que las disfruten tanto como nosotros.

                         Mi gran ascenso.

Todos mis días en el trabajo son muy tranquilos pero ayer, no fue así. Ver a toda esa gente yendo y viniendo, discutiendo, hablando y que no pararan, era agotador. Se había perdido un documento muy importante.
Estaba en mi oficina tratando de descansar un poco cuando me llamaron para que fuera a ayudar. Me levanté y fui. Busqué el documento durante horas, pero no aparecía y yo ya estaba muy cansada.
En un momento, me acordé que a Pancho, el adolescente que siempre anda descalzo, lo habían mandado a otro piso del edificio a que llevara unas carpetas. Ahora tenía que encontrarlo.
Lo vi junto a la máquina de café y le pregunté qué había hecho con los papeles. Me contestó: "Nada, los tengo yo." Le pedí que me los diera porque todos lo andaban buscando. Lo hizo.
Más tarde fui hasta la oficina de mi jefe y cuando se lo entregué me felicitó y me ascendió.
Finalmente, mi conclusión fue que el día no estuvo tan mal.

Camila Herrera 7ºB.

                El año más bonito de mi vida.

Me desperté algo aturdida, confundida. No sabía en dónde estaba. Fui hasta la cocina, prendí la cafetera y volví a la cama. Sentí mis mejillas un poco húmedas y los ojos muy cansados. Mi boca algo seca. De pronto empecé a recordar lo que había pasado la noche anterior en la oficina, tratando de buscar ese importante documento perdido...
Hasta que ¡¡Piiiiii!! sonó la cafetera.Me vestí con esa ropa tan formal que uso habitualmente, me puse los zapatos de cuero y fui al baño a tratar de despabilarme.
Luego fui a la cocina, saqué mi tan famosa taza de siempre y me serví el café. Agarré mi cartera, con las llaves y salí del departamento. Mientras iba en el ascensor recordé que al documento se lo había dado a Micaela, la chica adolescente que trabaja conmigo en la oficina y no sé por qué razón siempre anda descalza.
Al rato salí del edificio, me tomé el colectivo y tiempo más tarde llegué a mi trabajo, subí las escaleras hasta mi oficina.
Al llegar me encontré con Mica le pregunté si ella tenía el documento y me dijo que si. Entonces pedí por favor que me lo diera para poder entregárselo al jefe.
Fui hasta donde estaba él y le dije que lo había encontrado.
Él me felicitó y muy nervioso me propuso que nos casáramos. Yo acepté y a los pocos días ya éramos marido y mujer.
Meses después tuvimos una hija a la que le pusimos Jazmín y cada vez que ella se acuesta me pide que le cuente esta historia tan graciosa.

Angela Santerre 7ºB.

                                            ¡ EL DESPISTADO!

Era una tarde muy calurosa. Un adolescente se había levantado de la cama con mucha vagancia y descalzo. Se llamaba Betuyo.
Como todos los días tenía que ír a trabajar a la oficina con su novia Carolina. Entonces, agarró todo lo que tenía a mano y se fue corriendo.
Sudoroso y cansado, llegó y empezó a revisar el maletín para ver si se había olvidado algo porque hoy era el gran día en el cual lo podían pomover. Pero se dio cuenta que le faltaba el documento muy importante que debía presentar. Así que empezó a buscar y a buscar pero no lo encontró. Sólo le quedaba una esperanza, que lo tuviera Carolina. De pronto hubo una sombra que se acercó a él. Era ella con el papel en la mano. La desesperación se le fue y juró que se iba a despertar temprano así no se olvidaría nada.

                                       ¡FÍN !                    Romina Ileana Di Meo
                                                                 7°B


                         
                           Culpa de Juan

     Eran las seis de la mañana y como todos los días Mariano se despertaba para ir a trabajar a una oficina. Como siempre tenía que ir vestido de una manera muy formal. Ese día además de portar su maleta tenía que llevar unos documentos muy importantes que le había pedido su jefe.
     Llegó a la puerta de la oficina y había un adolescente descalzo impidiéndole el paso. Entonces le dio una moneda de diez centavos, y lo dejo pasar.
     -Al fin adentro- dijo con desesperación.
Dejó los documentos sobre la mesa, pero no se había dado cuenta que esa no era la suya, sinó la de su compañero Juan.
     Eran las dos de la tarde y este último había terminado su turno. Así que juntó sus pertenencias y la carpeta de Mariano pensando que era de él.
     Tempo después, a la hora de mostrarle los documentos al jefe, Mariano no los encontró. Buscó por toda la oficina, pero no hubo resultado. Luego recordó que en la computadora de su casa estaban los archivos necesarios. Entonces, volvió a su hogar.
     Ya de vuelta en la oficina, ya era muy tarde, porque las puertas estaban cerradas...

                                                                                                                               ESTEBAN...

3 comentarios:

  1. Romina y Camila: Somos sinceras, hay cuentos que están ¡buenísimos! están bien REDACTADOS.
    Léanlo .. Felicitaciones !! :) <3

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  2. Que hermosos cuentos hicimos cada uno.

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  3. حبيبك ومتابعك من المملكة العربيه السعوديه قصصك جميله للغايه

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